La estación de tren de Aveiro

Aveiro es una ciudad conocida como la Venecia portuguesa, con sus canales, sus puentes y hasta sus góndolas particulares, los moliceiros. Ir a esta ciudad de la Región Centro es una bonita y sencilla excursión que se puede hacer desde el norte de España fácilmente en tren, por ejemplo, tomando la línea que une Lisboa y Oporto.

Llegar a esta ciudad a través de este medio de transporte tiene el encanto de encontrarse con una estación de tren que parece sacada del siglo pasado. Y la verdad es que, ante la tendencia actual de convertir las estaciones ferroviarias en modernísimos y vanguardistas edificios, la verdad es que se agradece encontrarse con pequeñas joyas como esta, tan conservadoras y tan llenas de tipismo.

Las fachadas del edificio, blancas como la cal, rompen la monotomía cromática con los típicos azulejos portugueses. Tanto en la parte exterior como en la parte interior, es decir, donde están los andenes, encontramos estos azulejos que representan muchas cosas, como por ejemplo, estampas antiguas de la ciudad de Aveiro o de lugares por los que discurren las líneas ferroviarias que salen desde aquí.

El mérito de mantenerse así es aún mayor cuando uno se entera de que, a lo largo de los años, el edificio ha pasado por diversas remodelaciones, algunas de ellas incluso recientes. Es de agradecer que, en todas ellas, se tomara la decisión de apostar por este acertado estilo, incluso aumentando la colección de paneles azulejos, que le da una personalidad propia al edificio.

Foto | Wikimedia Commons – Concierge 2C

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