La francesinha, el sandwich más famoso de la cocina portuguesa

Escrito por: Xavi    24 febrero 2015    2 minutos

Estando de viaje, por aquello de que normalmente se come fuera, no es fácil mantener la línea y no saltarse la dieta. Así que puestos a ingerir calorías de más, de perdidos al río, vamos con un plato que a buen seguro va sobrado de ellas: la francesinha.

La francesinha es un plato que, si bien se puede decir que es de reciente creación, ha arraigado como propio de la cocina portuguesa. Su origen levanta controversia pero hay una versión oficial: que fue creado por el cocinero Daniel David Silva, que aprendió de su oficio en Francia (y de ahí el nombre), en la década de los sesenta en la ciudad de Oporto.

Una francesinha es como un sandwich, con la excepción de que no es nada ligero. El relleno de este sandwich de pan de molde son varias capas de diferentes embutidos, salchichas (principalmente de la variedad conocida como chipolata) y carne de cerdo o ternera. Este mega sandwich se finiquita con varias lonchas de queso, gratinadas para que se derritan y cubran completamente este edificio de pan y carne.

Aparte, porque hay más, la francesinha se presenta con una salsa de tomate picante, en la que además nadan alegremente montones de patatas fritas. Y ésta vendría a ser la forma más típica en la que se presenta, aunque, como es normal en esto de la gastronomía, hay variantes, como por ejemplo, la de coronar todo el conjunto con un huevo frito.

Oporto es la ciudad a la que se atribuye el origen de este manjar y por tanto es la ciudad más famosa para disfrutar de él. Los típicos bares de la ciudad, como el Café Majestic o el Bufete Fase, presumen cada cual de ofrecer la mejor francesinha. Todo es cuestión de probar, sin pasarse, para ver quien gana.

Foto | Flickr – Jfcfar

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