La Iglesia de Bom Jesus do Monte, en Braga
La ciudad de Braga siempre ha sido una ciudad muy espiritual. Considerada como uno de los primeros grandes bastiones de la religión cristiana, uno de sus lugares más conocidas es un santuario conocida como la Iglesia de Bom Jesus do Monte, el Buen Jesús del Monte en nuestro idioma.
Para conocer este lugar que, dicho sea de paso, es un gran centro de peregrinación, hay que salir de lo que es la ciudad e ir hacia un monte (de ahí el nombre del lugar) que está en la zona este. Una de las maneras de subir hasta el monte es usando un funicular que se construyó en el siglo XIX, y que funciona desde entonces y lo sigue haciendo.
Ya arriba del todo nos encontramos una iglesia que está considerada como una de las primeras de estilo neoclásico que se levantaron en Portugal. La iglesia que vemos hoy día es del siglo XVII y XVIII aunque la historia de la devoción a esta colina viene de mucho atrás. Se cuenta que ya en el siglo XIV había peregrinaciones a este lugar, y que por tanto habría alguna capilla en él.
Pero lo que más llama la atención del lugar son las zigzagueantes escaleras que hay para acceder a él. Estos más de 100 escalones y su disposición tienen un porqué y un simbolismo: se trata de que el peregrino, en la última estación de su camino, experimente el sufrimiento que supone alcanzar la cima. Una especie de penitencia purificadora.
El lugar es uno de los mayores atractivos turísticos de Braga y no falta en ninguna guía de la ciudad. Por eso, siempre hay bastante gente a su alrededor, creyentes o no, disfrutando del arte y de la espiritualidad que lo embarga todo.
Foto | Flickr – François Philipp
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