Lisboa a través de sus librerías: un recorrido por la historia y la literatura lisboeta
Lisboa es una ciudad en la que se pueden disfrutar la cultura y los eventos literarios gracias a una gran cantidad de librerías que atesoran el legado portugués
Para visitar Lisboa no hay que pensar demasiado. Es una capital europea de fácil acceso y se puede visitar en cualquier momento del año. Sus monumentos, su cultura e historia y su gastronomía lo convierten en un destino muy agradable y que colma la ganas de disfrutar durante unas vacaciones o un descanso puntual.
Además de platos deliciosos y que tienen el mar como principal punto de abastecimiento, también hay vinos por descubrir y que dejan en el paladar un rico recuerdo al viajero. La Región Vitivinícola de Lisboa está demarcada y protegida. Abarca una variedad de zonas con Denominación de Origen de Alenquer, Arruda, Bucelas, Carcavelos, Colares, Encostas d’Aire, Lourinhã, Óbidos y Torres Vedras.
Hay un paisaje único que ofrece llanuras, montañas y costas bañadas por el Atlántico. Una selección de uva autóctona y otras de origen internacional ofrecen vinos con personalidad, con un toque de calidad que sorprende cuando se cata. Estas son las principales zonas vitivinícolas de Lisboa.
La CVR Lisboa se encarga de regular y promocionar la producción vinícola de Lisboa. Garantiza la calidad de los vinos de la región y realiza la supervisión y certificación de los procesos que acreditan sus características distintivas. También promueve iniciativas para fomentar la cultura del vino, uno de sus papeles más importantes.
Este museo está ubicado en Bucelas e invita a los visitantes a realizar un viaje a través de la historia de la región y el proceso de producción del vino. La exposición permanente muestra las etapas del trabajo en la viña y los métodos tradicionales de producción de vino. Otras exposiciones temporales muestran otras circunstancias sobre el vino portugués y es una visita ideal para comprender la cultura del vino en el país.
El vino de Carcavelos se considera una joya enológica de Portugal. Su historia se remonta al siglo XV y destaca por ser un vino con un buen equilibrio entre dulzura y frescura. Su sabor a frutos secos, miel y especias se macera gracias al envejecimiento en barricas de madera. Estuvo a punto de desaparecer, pero se ha recuperado la producción gracias a iniciativas como la de la bodega Quinta od Marquês de Pombal. Las variedades Galego Dourado y Arinto mantienen la esencia del vino de la región.
Otro de los tesoros de Portugal es el vino de Colares. Sus viñas están plantadas en suelos arenosos cerca de la costa atlántica, algo que evita que sean pasto de la filoxera, la gran plaga de la uva. Este vino con Denominación de Origen Protegida (DOP) utiliza la variedad de uva tinta Ramisco y la blanca Malvasia de Colares. Es un vino robusto, con taninos firmes y con un envejecimiento sereno, mientras que los blancos son frescos y con un sabor intenso.
La Quinta de Sant’Ana está situada a 30 minutos del centro de Lisboa, cerca de Mafra. Combina la tradición rural portuguesa con la elegancia que le aporta su rica historia. Las viñas la rodean, como también hacen los bosques y los campos de frutales. Esto ha hecho que se haya convertido en un punto de celebración de eventos sociales. Sus vinos han sido reconocidos a nivel interancional y se celebran bastantes catas y experiencia enoturísticas, que son apreciadas por los portugueses y los visitantes del resto de Europa.
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