Monumento a los Descubrimientos, otro lugar que visitar en Belem

El de Belem es uno de los barrios de las afueras de Lisboa que no hay que perderse bajo ningún concepto. Ya sea por sus famosos Pasteles de Belem, por sus museos o por sus monumentos, hay que ir.

Ahora os vamos a dar algunos detalles sobre otro de los lugares de interés más conocidos de este distrito, uno de esos sitios típicos que no deben faltar en una visita a Lisboa: el Monumento a los Descubrimientos. Que como podrás imaginar, está dedicado a aquellos navegantes valientes de siglos atrás que exploraron nuevos mundos y que expandieron el reino portugués hacia otros confines.

El Monumento a los Descubrimientos se inaugura oficialmente en el año 1960, haciendo homenaje al Infante Don Enrique, el hombre que pudo llevar a cabo las primeras grandes hazañas marítimas, conmemorando los 500 años de su muerto. Diseñado por el arquitecto Cotinelli y construido por el escultor Almeida, Portugal vivía entonces bajo un régimen militar, antes de la Revolución de los Claveles, y por eso el monumento se asocia como símbolo del nacionalismo portugués.

El monumento asemeja a la parte delantera de una carabela, aunque alcanza más de 50 metros de altura. Como verás, hay más de una treintena de figuras que representan a distintos personajes. Son navegantes principalmente, aunque también hay algunos escritores, pintores y príncipes de la época conocida como la Era de los Descubrimientos.

Es un monumento que se puede ver a cualquier hora del día, pues tan sólo hay que acercarse a la Avenida de Brasilia y verlo, a orillas del Tajo. Sin embargo, se puede acceder al sótano, que es una sala de exposiciones, o a lo más alto, que es un fantástico mirador y en ese caso hay un horario restringido entre las 10:00 y las 18:00 horas.

Foto | Flickr – Fasiso

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