Playas de Lisboa que no debes perderte en vacaciones
En los alrededores de Lisboa nos encontramos con una serie de playas recomendables para poder disfrutar durante las vacaciones.
La ciudad de Lisboa tiene muchos atractivos que permiten descubrir una de las capitales más atractivas del continente europeo. Pero más allá de las calles, el patrimonio arquitectónico, cultural e histórico, Lisboa ofrece a sus visitantes más de 100 kilómetros de costa. Y junto a ellas, hay varios puntos naturales que hay que conocer y que permitirán acercarse a la naturaleza que se abre junto a la capital lusa.
En Lisboa se encuentran dos de las principales reservas naturales del país: la Reserva Natural do Estuário do Tejo y la Reserva Natural del Estuario del Sado. En ambas se encuentran varias especies protegidas y paisajes naturales que atraen las visitas de miles de personas al año.
Este es el mayor humedal de Portugal y en él se ubica el EVOa EVOA (Espacio de Visitación y Observación de Aves), en el que el visitante puede descubrir todas las especies de aves migratorias que eligen este lugar para descansar y nidificar durante su paso por la zona. Una de las aves más populares son los flamencos, que llegan a la reserva natural durante el otoño.
También es el lugar elegido por varias especies de peces, que llegan para desovar y para que sea allí donde van creciendo los alevines antes de regresar al oceáno.
Esta otra reserva natural está formada por aguas aluviales, bancos de arena y playas. En ella habitan especies protegidas como el murciélago negro o las nutrias. Pero una de las mayores atracciones que se pueden disfrutar en este lugar es el pequeño crucero que recorre el estuario y en el que se pueden ver decenas de delfines que nadan en ese punto.
También en Lisboa se pueden encontrar parques naturales, entre los que destacan el Parque Natural da Arrábida y el Parque Forestal de Monsanto.
Este parque está a pocos kilómetros de Setúbal y está formado por una gran variedad de vegetación junto a grandes acantilados sobre el Atlántico. Esta combinación ofrece un contraste entre el verde, el color calizo de los acantilados y el azul del océano que resulta muy curioso y atractivo.
El acceso a este parque natural está regulado y solo se puede acceder con una visita guiada. Esta medida se ha tomado para evitar que se produzcan daños en la flora y fauna natural del mismo. Sin embargo, gracias a estas visitas se puede incluso practicar el submarinismo, el snorkel y la escalada.
En pleno centro de Lisboa se encuentra este parque, que ocupa casi mil hectáreas de superficie y que se considera el pulmón de Lisboa. En él se puede encontrar un gran parque infantil, pistas para prácticas deportivas, varios carriles bici e incluso cuatro miradores para disfrutar de la vista de la ciudad.
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