Sagres, el rincón tranquilo del Algarve
Una de las cosas que os tira para atrás a algunas personas a la hora de elegir un destino turístico es la masificación. En el Algarve, como destino de vacaciones veraniego, esto es habitual aunque, de todos modos, siempre se pueden encontrar rincones más tranquilos, con menos bullicio, al gusto de este tipo de personas.
Por ejemplo, Sagres. Se trata de un pueblo de aproximadamente dos mil habitantes y en el que no encontrarás los grandes hoteles y resorts que puedes encontrar en otras ciudades o en otros lugares turísticos de la zona. Pero eso no significa que sea aburrido, es diferente y tiene otros atractivos, otros intereses.
Así y para empezar, Sagres es un lugar al que acuden muchos amantes del surf, gracias a una de sus playas, la de Tonel. Las otras playas del pueblo son la de Beliche, una pequeña cala de difícil acceso y poco concurrida, y Mareta, la que está en el mismo pueblo pero que es lo suficientemente grande para que haya sitio para todos.
Otro de los motivos para elegir Sagres es su cercanía con el Cabo San Vicente. Se trata del punto más al sur de Portugal y en el que se disfrutan de unas fantásticas puestas de sol, un espectáculo de lo más digno. En él se hallan el Faro de Sagres y también la Fortaleza de Sagres.
De todo esto presume Sagres, de la belleza de sus paisajes, de la tranquilidad de sus playas, de la posibilidad de hacer deporte … Y también de historia: batallas navales, la escuela del gran Enrique El Navegante … Un sitio que tiene mucho que ofrecer.
Foto | Flickr – Guillaume Galdrat
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