Tomar, templarios en Portugal
Muy cerca de Fátima, rincón de peregrinación religiosa, en una región considerada como la más fértil de todo el país, encontramos la localidad de Tomar. Se trata de una localidad que es Patrimonio de la Humanidad, debido a su relevancia en la historia de Portugal y, en esepcial, debido a algunos de los monumentos que vamos a conocer hoy.
El Convento de Cristo es uno de esos monumentos. Fue fundado en el siglo XII por la Orden de los Templarios, aunque luego pasó a manos de otra orden cristiana, la Orden de Cristo, fundada esta en el siglo XV. Uno de los personajes más ilustres que habitó algún tiempo en este convento fue el infante Enrique El Navegante, maestre de la Orden, y dicen que fue ahí donde llevó a cabo algunos de sus proyectos más importantes.
Colindando con este convento encontramos el otro monumento relevante de la localidad, también de origen templario, es el Castillo de Tomar. Es más, esta fortaleza fue sede oficial de dicha orden en Portugal hasta la desaparición de la misma. A principios del siglo XX fue declarado como Monumento Nacional de Portugal, y a partir de ahí restaurado.
Estos dos monumentos, y algunos otros como la Iglesia de San Juan Bautista, se encuentran en el margen izquierdo de la ciudad. Y es que la ciudad está dividida en dos por el río Nabao. El precioso Puente Romano es el punto más emblemático para cruzar de una parte a otra de la ciudad.