Cinco curiosidades de Praga que te harán querer conocer la capital checa
Praga es uno de los destinos preferidos por los españoles. Una capital europea, a la que se puede acceder con facilidad y es también una ciudad con mucha historia y monumentos que hay que visitar para poder disfrutar de un país rico en patrimonio y con muchas cosas que mostrar al visitante. Te vamos a contar cinco curiosidades sobre Praga que van a hacer querer que visites la ciudad.
La cerveza, bebida popular
¡Qué cosas!, dirás. Y es que la cerveza es una bebida muy popular en muchos países, pero en la República Checa y en Praga en particular, es más barato comprar cerveza que agua. De hecho, Praga es la ciudad donde más cerveza se bebe en el mundo. Dicen que cada habitante de Praga, incluido bebés, bebe 150 litros de cerveza al año. Vale, los bebés no la beben, así que eso quiere decir que los adultos consumen algo más de esos 150 litros al año.
El barrio judío de Praga
Una curiosidad que no es muy agradable permitió que el barrio judío de Praga, famoso por historias tradicionales como la del Golem, se mantuviera en pie tras la II Guerra Mundial. A este barrio de Praga se llevaban los objetos que se secuestraban de las sinagogas de toda Europa. ¿El motivo? El Tercer Reich quería crear el Museo de la Raza Extinta y convertir esas calles en un macabro recordatorio del Holocausto. Hoy, el barrio judío de Praga es un memorial de esos tiempos oscuros y es de obligada visita.
La Casa Danzante
Un edificio curioso que, como indica su nombre, quiere representar a una pareja bailando. Y no de una pareja de bailarines cualquiera, sino que Frank Ghery se basó en Fred Astaire y Ginger Rogers. El edificio fue proyectado con la colaboración del arquitecto checo Vlado Milunić, así que hay otra lectura de su curiosa forma. La transformación del régimen comunista en democracia después de la caída del muro de Berlín es la otra interpretación para su curiosa forma. Lo veas como lo veas, es uno de los lugares más conocidos de la Praga Moderna.
Los Rolling Stones y la iluminación del castillo de Praga
El castillo de Praga incluye varias iglesias, jardines, unas calles pintorescas y la residencia del jefe de Estado de la República Checa. Para iluminar este complejo, se necesitó la ayuda de los Rolling Stones. Todo ocurrió en el año 1989, cuando tras un concierto de la mítica banda los miembros de la misma quisieron que el castillo luciera tan espectacular de noche como de día y ante las dificultades del gobierno checo, aportaron dinero y el trabajo de su director de iluminación para crear el sistema de luces que aún hoy ilumina el castillo de Praga.
Callejear por el castillo de Praga
Un consejo si no te interesan los museos o entrar al castillo para admirar sus colecciones y su arquitectura. Las entradas al complejo solo son de pago en algunos edificios. Es interesante callejear por las calles que conforman el castillo, viendo los edificios por fuera y viviendo la ciudad desde el exterior. Y, por cierto, para visitar el castillo puedes bajar en la estación Malastranska, pero tendrás que subir una larga y pesada cuesta con escaleras. Si eliges la siguiente parada de la línea verde, Hradcanska, puedes llegar al castillo con un breve paseo de 10 minutos y sin cuesta.
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