Búnker 42, una curiosa visita en Moscú
La Guerra Fría es un periodo apasionante de la historia del que, sin embargo, no sabemos mucho. Y menos sobre las cosas que sucedían en el lado soviético, bajo el famoso telón de acero. Afortunadamente, los tiempos están cambiando y ya poco a poco se han ido revelando algunos secretos de esa época, como por ejemplo el Búnker 42.
Este búnker podía albergar durante tres meses a más de 2500 personas
Lo que hoy conocemos bajo ese nombre de Búnker 42 no era sino uno de los más importantes refugios que se encontraban en en el subsuelo de Moscú. Ya saben, ante la inminente amenaza nuclear en la que vivían los dos grandes países que dominaban el mundo, se hacía necesario este tipo de construcciones, que en Estados Unidos llegaron a popularizarse incluso de forma particular.
Bajo el nombre oficial de Tangansky Protected Command Point, este búnker se construyó sobre el año 1951, a más de 60 metros bajo la superficie. Las líneas del metro de Moscú que cruzan el barrio de Tangansky pasan por arriba de estas instalaciones que, pérdida su función bélica, salieron a subasta y hoy se han convertido en un centro turístico.
Los que visitan este Búnker 42 pueden conocer, de primera mano, cómo se vivía en este espacio desde donde, se dice, se gestionó la famosa Crisis de los Misiles de principios de los sesenta, el punto más caliente de la Guerra Fría. Más de 500 trabajadores se encargaban diariamente del mantenimiento de estas instalaciones que debían estar todo el tiempo en perfecto estado y preparado para su uso inminente, porque no se sabía cuando se iban a necesitar.
En 2006 salió a subasta y sus compradores los transformaron en museo y centro de ocio
Los detalles del funcionamiento del búnker, de su construcción y de todo el entramado de túneles que lo forman se conocen en un museo, que es la parte central de la visita. Un museo que ha pasado a ser como una especie de baúl de los recuerdos de aquella época, con muchos objetos de la antigua Unión Soviética.
Las visitas suelen ser guiadas y se ofertan diferentes propuestas, que varían según la duración de la visita. Hay visitas muy largas, para conocer al más mínimo detalle el lugar, visitas normales de alrededor de 90 minutos de duración y visitas express, que enseñan lo básico en apenas media hora. Hay varias empresas que ofertan la excursión a este sitio, incluso españolas.
Quienes explotan este antiguo búnker también ofrecen la posibilidad de alquilar sus instalaciones. Para quien así lo deseara, los salones y espacios de este lugar están disponibles para la celebración de todo tipo de fiestas y eventos.
Foto | Wikimedia Commons – Fastboy
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