Los tres castillos de Bellinzona, en Suiza
Bellizona es una ciudad suiza, cerca de la frontera con Italia, famosa por sus tres castillos, que son Patrimonio de la Humanidad. Los conocemos un poco más.
La posibilidad de hacer viajes a otros países de Europa se va abriendo poco a poco, así que este invierno será posible visitar otros viajes y disfrutar de todas las actividades turísticas que se ofrece en cada uno de esos destinos. Suiza es un país que hay que visitar durante el invierno para ver sus inmensos paisaje y experimentar varias actividades en la nieve. Vamos a ver alguna de estas actividades, que no ha de limitarse al esquí.
Las estaciones de esquí no hay solo posibilidad de salir a esquiar. Una alternativa a esta actividad es realizar un paseo con raquetas por las zonas habilitadas para ello. Tras el paseo equipado con las raquetas, se puede disfrutar de un buen baño con agua caliente en una bañera de madera al aire libre para disfrutar del cielo estrellado y relajarse para disfrutar una buena cena a base de queso fundido en una fondue, uno de los platos típicos de suiza.
¿Imaginas perderte durante dos días en la formación de cuevas más grande del continente? Su nombre Höllock y se encuentra en el Muotathal. Se puede visitar este complejo de cuevas que además ofrece un alojamiento para pasar una noche en el interior. Como detalle curioso hay que señalar que la temperatura en el interior se mantiene a unos confortables 6 grados centígrados, bastante por encima de la temperatura que se puede encontrar en la superficie.
Los que disfrutan de la experiencia de bucear vivirán algo diferente haciéndolo bajo el hielo. Bajo la superficie helada del Lago Lioson, un lago ubicado en Les Mosses, se esconde una gran variedad de fauna y flora que se puede descubrir en compañía de acompañantes experimentados que mostrarán la belleza que se esconde bajo el hielo y que permanece inalterable y ajena a las inclemencias del tiempo en la superficie.
Otra de las actividades que está presente en algunas pistas de esquí de Suiza es la posibilidad de deslizarse por una tirolina. En Grindelwald First hay una de estas atracciones, que permite alcanzar una velocidad de hasta 80 kilómetros deslizándose sobre la nieve. Una experiencia que se puede complementar con un vuelo en parapente biplaza, que ofrece más emoción a esta aventura.
Como ves, hay muchas maneras de disfrutar de la nieve más allá de lanzarse por la pista de esquí. Suiza tiene muchos más atractivos de lo que puedes pensar y los puedes disfrutar durante el invierno.
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