El viaje a Marruecos no puede concebirse sin acercarse al mundo salvaje que nunca puede faltar en una visita a África. El interior de este país vecino oculta no pocos tesoros naturales, que aunque tienen cierta presencia humana, en forma de edificios y la inevitable explotación turística, son mucho más naturales de lo que nos puede parecer. Ahora puedes encontrar viajes y vuelo + hotel a precios imbatibles.
Setti Fatma es una pequeña aldea bereber localizada en el Valle de Ourika, a una hora en coche desde Marrakech. Este pequeño pueblo disfruta de un entorno privilegiado, está situado en las faldas del Alto Atlas y es un lugar idóneo para la práctica del montañismo y del senderismo. Sin duda, la Ruta de las Siete Cascadas es la más conocida y el mayor atractivo turístico de esta diminuta y hermosa localidad de Marruecos.
Uno de los lugares más queridos e impresionantes de todo el estado de California es el Parque Nacional de Yosemite, precisamente el fantástico entorno natural al que hoy nos vamos a trasladar para conocer uno de sus rincones más curiosos. Y es que, quizá, perdernos por un parque como éste no nos llame mucho la atención en sí, pero si supiéramos un poco qué es lo que en él nos podemos encontrar es posible que nuestro interés aumente.
Cuando viajas a Marruecos, es obligatorio hacer una visita a las cascadas de Ouzoud. En las cercanías de Azilal, encontramos un paisaje de cuento, las cascadas más espectaculares del norte de África. Creadas gracias a la caída de 110 metros de Oued Ouzoud, un afluente del río Oued el Abid, al que se une más adelante.
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