Una Semana Santa de ensueño visitando Túnez

El Mediterráneo es uno de los puntos donde podemos disfrutar de unas vacaciones ideales. La primavera es una estación muy adecuada para viajar por los países que bordean este cálido mar y la Semana Santa parece ser el mejor momento para realizar este viaje. Túnez es un buen destino para desconectar del mundanal ruido que nos trae la rutina. El país africano tiene muchos lugares donde poder disfrutar de unos días interesantes, visitando tanto los parques naturales que se abren a lo largo y ancho de Túnez como las ciudades que esconden muchas sorpresas.

Túnez cuenta con 17 parques naturales, 27 reservas naturales y 41 zonas húmedas que se pueden visitar y dejarse capturar por la naturaleza que se encuentra en estos lugares. Si se quiere tener la oportunidad de descubrir a la fauna, hay también muchos puntos donde se puede observar a las aves que vuelan por territorio tunecino, algo que hará las delicias a los aficionados al turismo ornitológico.

Otra de las opciones que puede tener quien viaje hasta este país africano es la posibilidad de recorrer el desierto del Sahara en todoterreno o, si lo prefiere, en una caravana de dromedarios, una idea más ajustada a la aventura y que es a lo que invita la propia naturaleza de este lugar. Uno de los mejores puntos donde comenzar esta aventura es Tozeur, una ciudad que además cuenta con una interesante oferta cultural y arquitectónica. En este recorrido se podrán conocer también los refrescantes oasis de Chebika, Tamerza o Midès, con lagos, cascadas y una frondosa vegetación en mitad del desierto.

El viaje por estos parajes puede culminar con una noche durmiendo en una jaima, en campamentos como Zmela o Ksar Guilane, bajo un sorprendente e increíble cielo estrellado. Para los que disfrutan de la costa, Túnez tiene varios puntos donde poder disfrutar del mar y sus bondades. De hecho, en Túnez existen cuarenta centros de talasoterapia. Las zonas de Tabarka, Hammamet, Monastir o Mahdia son los principales puntos donde se concentran estos establecimientos, que unen el ocio con la salud para que la visita al país se convierta en una gran opción.

La isla de Djerba es uno de los puntos más agradables para visitar. En este sugerente enclave se puede visitar las playas de Sidi Mahrez, Rass Taguerness y la Playa de Seguia. En la capital, Houmt Souk, se levantan tres mezquitas y la fortaleza de Kebir, además de interesantes zocos y mercadillos tradicionales, orientados al turismo y que tienen como principales productos alfombras, orfebrería y otra artesanía típica del país.

Las ruinas de antiguas civilizaciones y museos como el del Bardo mantienen vivos los recuerdos y las tradiciones del país. Durante la estancia en Túnez, no todo ha de ser aventura, historia y cultura, sino que el relax también tiene su espacio y permite disfrutar de unas grandes vacaciones.

Fuente | Turismo de Túnez

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